En solo unos meses, se cumplirán casi 50 años desde el mayor desastre nuclear en México, cuyas afectaciones llegaron a casi todo el país, y ante este, muchas de las casas se construyeron con material radioactivo sin percatarse de ello y que pondría en riesgo la vida de sus moradores similar a Chernóbil, en Ucrania.
Este lugar es un complejo de departamentos para trabajadores que tienen su lugar de origen a distancia grande.
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El Chernóbil de México
Los departamentos fueron construidos para trabajadores que tenían su lugar de origen a grandes distancias de la empresa Bombardier, y por eso mismo y para agilizar el ingreso de su plantilla, construyeron una serie de edificios de tres plantas cada uno y algunos edificios de dos.
Pero tras conocerse de la dispersión de un elemento que es altamente radioactivo desde Ciudad Juárez en Chihuahua, conocido como el ‘Chérnobil mexicano’, el edificio se recorrió con medidores y se descubrió que sus varillas arrojaron altos niveles de contaminación y las alarmas sonaron.
Las casas fueron construidas en un punto luego de 1983 y luego de ser declaradas inhabitables se desalojaron, por lo que, desde ese entonces, siguen abandonadas y son un foco de delincuencia al ser un lugar ideal de resguardo de posibles delincuentes, pero quienes podrían estar en peligro grave y por eso se llama Elefante Blanco.
Aparte de la radiación, locatarios también dieron que cerca del Elefante Blanco probablemente hay actos paranormales como ruidos o avistamientos de seres fuera de este mundo.
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Así llegó la radiación a las varillas
De acuerdo con el portal Xataka México, en el año 1983, en el mes de diciembre un trabajador ténico de una clínica en Ciudad Juárez recibió la orde de deshacerse de una máquina de quimioterapia que se compró ilegalmente, pero a pesar del riesgo, no se usó al no existir médicos capacitados en la nación.
Por eso estuvo arrumbada en un almacén sin advertencia de lo que se trataba y cuando el trabajador de nombre Vicente tuvo la orden de convertir el aparato a chatarra, pero lo hizo sin precaución y accidentalmente rompió una bomba de cobalto 60 como introducción a una la tragedia.
Junto con un amigo, desmanteló la máquina, y este dijo sentir un calor raro en el cuarto donde estaban, aparte de raros sabores en la boca, pero no le dieron importancia y tras volverla chatarra, todos se dirigieron al Yonke Fénix, donde el material radioactivo se regó y hasta la bomba de cobalto 60 se mezcló con acero de fundición.
Del fierro que se recicló, mucho fue utilizado para distintos productos de la vida diaria como comedore sy varillas de construcción, viajes de entrega que sirvieron para descubrir la magnitud del incidente cuando un trailer pasó cerca de un laboratorio donde sonaron las alarmas de robo de material, pero se refirió que eran las barras de acero y le dieron seguimiento a la tragedia, que se vivió dos años después de Chernóbil en Ucrania.
Tras semanas de intensa, se incautaron más de 3 mil bases para mesas y 6 mil 600 toneladas de varilla, aunque algunas fueron vendidas y se les perdió del radar para que las aseguraran y evitar contaminación, pero se supo que varias fueron usadas en el municipio de Tepeapulco, en Hidalgo.
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