Once personas pidieron atención médica para aclarar sus dudas en el módulo de Puerto Vallarta para detectar si tienen Viruela del Mono, informó la Secretaría de Salud de Jalisco (SSJ), tras dar a conocer las condiciones del primer caso de ésta en la entidad.
La dependencia dio a conocer que acudieron al Laboratorio Regional de Salud Pública de Puerto Vallarta once personas, ocho hombres y tres mujeres.
Siente mencionaron estar en las instalaciones de Mantamar Beach Club desde el 27 de mayo hasta el 4 de junio donde se encontraba el primer contagiado de origen estadounidense que se fue sin respetar su período de aislamiento.
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Jaime Álvarez Sayas, director de la Octava Región Sanitaria de Puerto Vallarta, informó que presentan síntomas como fiebre, “también cefalea, dolor de cabeza, dolor de huesos y dolor de articulaciones, se hicieron las evaluaciones y estudios epidemiológicos y ninguno de ellos cumplió con la definición de operación de caso es decir ninguno tuvo el exantema o pústulas”.
El siguientes paso es el seguimiento para conocer eventuales alteraciones de su salud porque aún están entre los cinco y 21 días de incubación para que se manifiesten los síntomas.
Ninguna de las personas que llegaron al módulo detalló tener antecedentes de viajes al extranjero.
Gabriela Mena, directora general de Salud Pública, expuso que las revisiones en las instalaciones del club se complementan con entrevistas a las autoridades del sitio para identificar al personal que pueda haber estado en contacto con el estadounidense y los implementos como toallas y ropa de cama.
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¿Cuál es el tratamiento a seguir con Viruela del Mono?
Los casos sospechosos se pueden tratar con ibuprofeno y paracetamol en caso de presentar dolores, además de mantenerse bajo aislamiento para evitar el contacto estrecho con otras personas.
Igual se les exhorta a lavar su ropa de cama y prendas de vestir con agua caliente y detergente.
Esta viruela se conoce desde 1957, y se transmite de simios o roedores a humanos, y aunque es un virus conocido y se tiene una vacuna, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros sistemas de salud coinciden que no hay inmunidad innata.
La enfermedad se consideraba erradicada desde hace años, por lo que las nuevas generaciones no se vacunaron contra esta enfermedad y no tienen anticuerpos para atacarla.
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