De acuerdo con Elvira Madrid, presidenta de la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, luego de que muchas mujeres fueran despedidas de su trabajos, el trabajo sexual en la nación se duplicó.
Este tipo de trabajo normalmente expone a las mujeres que lo ejercen a ser víctimas de alguna clase de violencia.
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En la Ciudad de México, el número de trabajadoras sexuales pasó de ser de 7 mil 500 a 15 mil 200 entre los años 2020 y 2021.
“Cuando llega la pandemia a las primeras que despiden de sus empleos fueron a las mujeres y a donde las mujeres fueron a dar fue al trabajo sexual porque estamos hablando de que 75% de quienes ejercen el trabajo sexual son madres solteras, entonces al no tener para pagar la renta o la alimentación, y que los salarios están muy miserables porque no alcanzan, se metieron a ejercer el trabajo”, explicó Madrid.
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Según la Encuesta sobre Trabajo Sexual y covid-19 en la Ciudad de México 2021, al menos 9 de cada 10 trabajadoras sexuales, entra a ese trabajo por motivos económicos y 8 de cada 10 trabajadoras sexuales han sufrido alguna clase de violencia.
También indica que el 73% de los responsables son servidores públicos.
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“La violencia física se refleja primero por parte de la policía porque casi siempre cuando no quieren darles dinero son los golpes, y también por parte de los padrotes cuando ellas ya los quieren dejar, o por parte de la delincuencia organizada. Y pues la violencia no solamente es física sino institucional, porque cuando van a poner una denuncia no se las quieren levantar por el hecho de ser trabajadoras sexuales”, señaló.
El 78.7% de las trabajadoras sexuales han sido violentadas por un policía, de acuerdo con la Encuesta sobre Trabajo Sexual y Covid-19.
“Alrededor del trabajo sexual se da una serie de situaciones; el tema de hostigamiento policiaco, el tema de violencia, el tema en algunos casos de extorsiones, el tema de este estigma negativo que limita que mujeres cis y trans puedan acceder a derechos básicos”, comentó Rocío Suárez, del Centro de Apoyo a las Identidades Trans.