The Washington Post, en días anteriores hizo un reportaje que hablaba de la destrucción de antigüedades culturales de manera selectiva de parte del gobierno por parte del gobierno mexicano derivado de la construcción del Tren Maya.
Luego de cinco días de la publicación, el gobierno mexicano negó que esta situación fuera verdad, y aseguró que los reporteros incurrieron en una falta de ética.
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En las redes del INAH se dio un comunicado de la Secretaría de Cultura, y aseguraron que la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos le asigna la responsabilidad de investigar, proteger y difundir el patrimonio arqueológico del país.
Ante esto, también justificaron que se podía ver por la participación del director general del INAH, Diego Prieto Hernández en las mañaneras de AMLO, donde da parte de las acciones de salvamento arqueológico.
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Así destacaron que “el INAH otorgó las facilidades para que TWP atestiguara, de primera mano, la labor de campo que todos los días realizan los especialistas del INAH en este proyecto”.
Igualmente indican que el artículo es sorpresivo por su falta de ética y veracidad por poner datos equivocados, imprecisos o mal interpretados por utilizar términos equivocados y falsear declaraciones.
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