Por medio de Twitter, una joven contó cómo robaron su bicicleta en la Ciudad de México, lo que podría evidenciar un nuevo método para robar este medio de transporte y ese es: ganarse la confianza de los ciclistas y despojarlos de su vehículo una vez con la guardia baja.
“Ayer me robaron mi bici, afortunadamente no me hicieron nada. Me pasó por buena persona y por confiada. Una vez más, confirmo que la banda no es buena. La verdad, no iba a compartir mi experiencia porque estaba en la etapa de enojo conmigo misma”.
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¿Cómo robaron la bicicleta de la joven en CDMX?
Un supuesto ciclista, el presunto ladrón, llevaba su propia bici y se ganó su confianza, lo que quiere decir que parte de este nuevo modus operandi es trabajar a las víctimas.
Se encontraron en un tramo de la avenida Insurgentes, a la altura del centro Comercial Manacar, en dirección al Paseo de la Reforma y comenzaron a platicar.
“Estoy dando clases de ciclismo y hago campañas de deportes con el Gobierno de CDMX”, le dijo el hombre.
Llevaba un bodie naranja, short negro, lentes de ciclismo, casco y una bicicleta negra de ruta, además de que explicó que no había motivos para desconfiar de él, rodaron juntos por un rato y luego fue despojada de su bicicleta.
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“Empezamos a rodar y me seguía platicando de las clases y que eran en diferentes puntos de la ciudad. Erróneamente, no desconfié de él porque traía toda la vestimenta de un ciclista”.
Luego, se detuvieron frente al Parque Hundido, y el sujeto le daría más información de las supuestas clases que impartía y de las actividades deportivas que presuntamente tenía planeadas con el gobierno de la CDMX.
A ese punto llegó un cómplice: otro hombre, con ropa deportiva, quien se llevó la bici del otro sujeto para, según, ir por la información.
“En eso llegó un amigo de él, sin bici (traía ropa deportiva), y le pidió que fuera a traer los flyers y tarjetas de descuento que estaban en su oficina, a cuatro cuadras”.
“Se subió a mi bici y se fue. Se la robó”: víctima de robo de bicicleta
La joven se quedó a solas con el primer hombre que la abordó, ella con su bicicleta y él a pie, luego el supuesto ciclista le preguntó las características de su vehículo.
“¿Es ligera?”. Ella asintió. ??l, a sabiendas de que había conquistado su confianza, tomó posesión de la bicicleta y se fue.
La joven se quedó perpleja, viendo cómo se alejaba el hombre, vestido de ciclista, quien se aprovechó de la calidez de la chica:
“En eso el ciclista me pregunta si mi bici era ligera y que si la podía cargar, a lo cual accedí… En eso, se sube a mi bici y lo demás es historia. SE LA ROBÓ
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La ciclista decidió contar su experiencia para que quienes usen bicicleta tengan cuidado y no se confíen: “Anden trucha en cada momento”.
Celebró que no le hayan hecho daño, porque, de lo contrario, quizá no podría ni haber contado su historia:
“Afortunadamente, no me hicieron nada y pude contar esta historia. El hubiera no existe, pero si mi testimonio ayuda, qué mejor”.