Si te gustan las plantas y quieres ahorrar un poco, aquí te explicamos cómo hacer tu propio huerto urbano en 4 sencillos pasos.
Lo mejor de todo es que no necesitas salir de tu casa, pues todo lo puedes encontrar en tu cocina, de acuerdo con la Guía Rápida para Huertos Urbanos Familiares, de la Secretaría del Medio Ambiente CDMX.
La tierra la puedes obtener de alguna jardinera o camellón, no es necesario que la compres.
De preferencia elige recipientes reutilizados, como botellas de pet vacías y cortadas por la mitad, cubetas, huacales, etcétera.
Asimismo, vas a necesitar los siguientes materiales:
- Charola o un plato
- Aspersor
- Palillos de madera
- Vasos pequeños
- Bolsas gruesas de plástico
- Frutas y verduras frescas
Cómo hacer tu propio huerto urbano en 4 sencillos pasos
PASO 1: Encuentra un lugar bien iluminado en tu casa
Es preferible que reciba luz directa de 4 a 6 horas diarias. No necesitas un jardín, puede ser una ventana, balcón, terraza o patio. El tipo de hortalizas o vegetales que puedes sembrar depende de la cantidad de luz disponible.
Si tienes poca luz (menos de 4 horas de luz directa al día) puedes sembrar:
- Lechuga
- Cebolla
- Rábano
- Apio
- Ajo
- Espinaca
- Chícharos
- Zanahorias
- Acelgas
Si tienes más de 4 horas de luz directa al día:
- Jitomate
- Chiles
- Berenjenas
- Pepinos
- Calabazas
- Frijoles
- Mostaza
- Betabel
PASO 2: Elige las plantas que puedes usar
Empieza por revisar la alacena y el refrigerador, quizá tengas jitomates, chiles o pimientos para extraerles las semillas.
También puedes utilizar verduras y hortalizas que tengas en casa (zanahoria, betabel, apio, lechuga, espinaca, rábano, cebolla, ajo).
PASO 3: Germina tus semillas
Los procedimientos son diferentes en cada tipo de planta: semillas, hierbas, otras verduras y hortalizas.
PASO 4: Trasplanta tus plantas
Trasplanta las plantitas a los sitios donde terminarán su desarrollo, pueden ser recipientes de 30 cm de profundidad o huacales.
Para estos últimos se debe colocar una bolsa de plástico debajo para que no se salga la tierra, pero dejando agujeros que permitan drenar el exceso de agua.
Aproximadamente tres meses después... ¡Podrás disfrutar de los frutos y verduras que tú mismo cultivaste!